“La celebración del año litúrgico posee una peculiar eficacia sacramental, ya que Cristo mismo es el que en sus misterios, o en las memorias de los Santos, especialmente de su Madre, continúa la obra de su inmensa misericordia, de tal modo que los cristianos no sólo conmemoran y meditan los misterios de la Redención, sino que están en contacto y comunión con ellos, y por ellos tienen vida.” (Ceremonial de los Obispos, n. 231).
¿Qué es el Año Litúrgico?
¿Qué es el Año Litúrgico?
El Año Litúrgico (o también conocido como Calendario Litúrgico) es un ciclo basado en la vida, muerte y resurrección de Jesucristo, nuestro Señor. Al repetirse cada año, nos ayuda a estar en unión con Él y a crecer en nuestra fe. En este ciclo también honramos a María, nuestra madre, y a todos los santos. El Año Litúrgico se divide en cinco tiempos litúrgicos principales.
Dentro del Año
Litúrgico, celebramos cada
domingo “El día del Señor”, que es "fiesta
primordial" y "el fundamento y el núcleo de todo el año
litúrgico": [1]
“La Iglesia, por una tradición
apostólica, que trae su origen del mismo día de la Resurrección de Cristo, celebra el misterio pascual cada ocho días,
en el día que es llamado con razón "día del Señor" o domingo. En este
día los fieles deben reunirse a fin de que, escuchando la palabra de Dios y
participando en la Eucaristía, recuerden
la Pasión, la Resurrección y la gloria del Señor Jesús y den gracias a Dios,
que los «hizo renacer a la viva esperanza por la Resurrección de Jesucristo de
entre los muertos» (I Pe., 1,3). Por esto el domingo es la fiesta primordial, que debe presentarse e
inculcarse a la piedad de los fieles, de modo que sea también día de alegría y de liberación del trabajo.
No se le antepongan otras solemnidades, a no ser que sean de veras de suma
importancia, puesto que el domingo es el
fundamento y el núcleo de todo el año litúrgico” [2]
Asistir a Misa en domingo es ciertamente
un deber, pero, ¡qué diferente sería si entendiéramos y recordáramos que cada
domingo celebramos la Pascua del Señor! Ojalá sea el amor y la gratitud lo que
nos mueva a asistir a Misa y no el sentirnos “obligados” a cumplir con nuestro
deber.
Estas son algunas definiciones sobre el Año Litúrgico:
“El Año Litúrgico es el desarrollo de los diversos aspectos del único
misterio pascual. Esto vale muy particularmente para el ciclo de las fiestas en
torno al Misterio de la Encarnación (Anunciación, Navidad, Epifanía) que
conmemoran el comienzo de nuestra salvación y nos comunican las primicias del
misterio de Pascua.” [3]
“La santa madre Iglesia considera
deber suyo celebrar con un sagrado recuerdo en días determinados a través del
año la obra salvífica de su divino Esposo. Cada semana, en el día que llamó
«del Señor», conmemora su Resurrección, que una vez al año celebra también,
junto con su santa Pasión, en la máxima solemnidad de la Pascua. Además, en el círculo del año desarrolla todo el misterio de cristo, desde la
Encarnación y la Navidad hasta la Ascensión, Pentecostés y la expectativa de la
dichosa esperanza y venida del Señor.” [4]
“Período cíclico anual durante el
cual la Iglesia celebra la historia de la salvación realizada en y por Cristo y
a la que distribuye en festividades y ciclos menores”. [5]
Algo interesante sobre el Año Litúrgico es
que nunca es igual porque se va construyendo sobre el anterior de manera nueva
y renovada. Como nos dijo nuestro querido amigo, el Padre Luis René Lozano:
“El año
litúrgico si es un ciclo, pero un ciclo en espiral, o subes o bajas, no te
puedes quedar estacionado. El Adviento de este año 2011, nunca será igual al
del 2010, estamos en otro estado espiritual, o más cercano a la santidad o más bajo.
Es como un gigantesco tornillo de una perforadora celestial con el cual
penetramos en el misterio de Cristo a lo largo del año”.
En alguna ocasión vi (Xhonané) un Calendario del Año
Litúrgico en espiral que me llamó mucho la atención, pues no entendí por qué lo
habían hecho así. Ahora veo que el Año
Litúrgico es un calendario dinámico, no estático, pues cada año se va
enriqueciendo y Dios nos sigue hablando de manera personal y única a cada uno
de nosotros.
¿Cuáles son los tiempos
litúrgicos?
1 - Adviento
(color morado) – Tiempo para prepararnos para la fiesta de Navidad.
2 - Navidad (color blanco) – Tiempo para celebrar el nacimiento
de Jesús y prepararnos para su segunda venida.
3 - Tiempo
Ordinario (color verde)
– Tiempo para celebrar nuestra fe en la vida diaria en relación con Jesucristo.
4 - Cuaresma (color morado) – Tiempo para prepararnos para el Triduo Pascual y el
tiempo de Pascua.
- - Triduo Pascual (colores rojo y blanco) – Tiempo para meditar en la pasión de Jesús
y en victoria sobre la muerte – este tiempo está entre el 4 y 5; son los tres
días con sus vísperas que preceden e incluyen al domingo de Pascua.
5 - Pascua (color blanco) – Tiempo para celebrar la gloriosa Resurrección
de Jesús.
Más adelante describiremos cada una con más detalle.
Nuestra Iglesia utiliza actualmente diferentes colores para cada uno de
los tiempos y celebraciones litúrgicas, pero no siempre ha sido así. El Papa Inocencio II (1130 – 1143), a
principios del siglo XIII, fue el que le “añadió significado simbólico” a esta
práctica existente pero que en aquel entonces no tenía ningún “sentido
propio”. Finalmente, el Papa Pío V (1566 – 1572), le otorga “un
uso temporal específico”, formalizando el uso de seis colores:
Blanco – “para el tiempo de Pascua y
Navidad, para las fiestas del Señor, de María, de los ángeles y de los santos
no mártires”, también para la impartición del sacramento del Bautismo,
Comunión, Matrimonio y el Orden Sacerdotal. . Simboliza “luz, lo divino, gozo, pureza, gloria, gracia”.
Rojo – “para el Domingo de Palmas, las
fiestas del Espíritu Santo, de los apóstoles (excepto la de San Juan el 27 de
diciembre),… de los mártires y evangelistas”, Viernes Santo, y la fiesta de la
Santa Cruz. Simboliza “martirio, amor”.
Verde – “para el
tiempo [ordinario] durante el año (períodos después de la Epifanía y de
Pentecostés)”. Simboliza “esperanza”.
Morado – “para la Cuaresma, el Adviento, días penitenciales y [de] difuntos”,
para el sacramento de la Penitencia y la Unción de los Enfermos. Simboliza “penitencia”.
Negro – “para las exequias y misas de
difuntos”. Simboliza “luto”. Este se
puede sustituir por el morado.
Rosa – “para
algunos domingos (Gaudete – tercero
del Adviento; Laetare – cuarto de
Cuaresma) y algunas fiestas especiales de la Virgen María.”
Otros colores que se pueden llegar a utilizar son el dorado,
“que sustituye a los demás, [a] excepción del violeta”, aunque lo más
común es que se utilice en lugar del blanco; y el color azul “que
se utilizó como color litúrgico en la Epifanía de los siglos XII y XIII” y que
en 1864, “la Santa Sede le concedió a las iglesias de España el privilegio de
usarlo en la Fiesta de la Inmaculada Concepción”.
El uso de estos colores es una ayuda visual magnífica que nos invita a
entrar al misterio que se está celebrando. Nosotros también podemos utilizar
estos colores en la casa para ayudar a nuestros hijos a “vivir” nuestra fe en
familia. Más adelante explicaremos cómo se puede hacer esto a través de un Calendario del Año Litúrgico en casa y
del altar o mesita de oración en casa.
[1]
DPPL 95
[2]
Sacrosanctum Concilium 106
[3]
CIC 1171
[4]
Sacrosanctum Concilium 102
[7] Tomás Parra Sánchez, Diccionario Católico.
¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨
Texto tomado del libro "El Año Litúrgico en Familia". Aquí encontrarás más información sobre la Cuaresma e ideas para vivirla en familia:
¡Todo por amor a Cristo y a su Iglesia!
es muy bueno e interesante para todos me sirbio de gran ayuda para mi tarea
ResponderBorrar¡Excelente! ¡Gloria a Dios! Feliz Cuaresma!!
BorrarA MI TAMBIEN GRACIAS DIOS TE BENDIGA
BorrarGRACIAS ME CIRVIO MUCHO POR Q NADIE SABIA Y LO Q ME QUEDABA ERA ENTRAR A INTERNET...
BorrarQ DIOS Y LA VIRGEN TE BENDIGAN
gracias que Dios los vendiga...
ResponderBorrar¡Con mucho gusto! ¡Toda la gloria a Dios!
BorrarMUCHAS GRASIAS DIOS LOS BENDIGA
ResponderBorrar¡A tí también te bendiga! ¡Gracias por dejar tu comentario! bendiciones : )
BorrarMuchas gracias, Lo expondré a un grupo de padres para poder apoyar en la evangelización de sus hijos. Muy bien explicado. Dios les bendiga.
ResponderBorrar¡Gloria a Dios! Nos alegra mucho que este granito de arena sea de utilidad!! Un abrazo!
Borraresta muy bueno me sirvio para mi tarea de formacion cristiana gracias DIOS LOS VENDIGEEEEEEEE
ResponderBorrargracias es una información que nos ayuda a crecer como cristianos Dios le siga Bendiciendo
ResponderBorrarEs muy buena informaciòn, me gusto mucho!! muy buen trabajo (y)
ResponderBorrarq bueno mesirvio de mucho
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