Mi presentación en la Mesa Temática "Familia y Educación" del 1er Encuentro Internacional de Blogueros con el Papa

Este es el documento de lo que presenté en el Encuentro de Blogueros con el Papa. Fue un poquito explicar por qué celebramos a los santos (además de las fiestas litúrgicas de Jesús y María) en nuestra familia...

¿Cómo inspirar a nuestros hijos a ser santos?

Una reflexión personal…

En la ocasión en que conocí al Padre Philippe, fundador de la Comunidad de San Juan, le pregunté qué era lo más importante para educar a los hijos en la fe. Yo estaba lista para escuchar todo un sermón y traté de poner toda mi atención para recordar todo lo que me dijera… pero cuál sería mi sorpresa cuando él solo contestó: “¡el ejemplo, hija, el ejemplo!“

¿Cuántas veces no perdemos de vista esta verdad? Queremos que nuestros hijos conozcan, amen y sirvan a Dios, y pensamos que la solución es mandar a los hijos a un colegio católico o al catecismo… y aunque esto ayuda en su formación, la verdad es que nosotros, los padres, somos “los primeros anunciadores de la fe con nuestra palabra y nuestro ejemplo” (CIC # 1656), como lo dice el Catecismo.

Tal vez sientas que esto es algo muy difícil, pues no somos el ejemplo perfecto, pero la buena noticia es que nos estamos solos en esta tarea. Además de la gracia que Dios nos da en el sacramento del matrimonio, también tenemos el testimonio de centenares de personas que se han enamorado de Cristo de tal manera, que han vivido su fe de manera heroica y por eso los llamamos santos.

Los santos están más cerca de nosotros de lo que a veces pensamos. Ellos no fueron personas perfectas libres de pecado, sino que fueron personas totalmente normales, que descubrieron el amor de Dios y decidieron corresponderle con su propia vida.

Afortunadamente, nuestra Santa Iglesia nos invita a celebrar la vida de muchos de los santos, alrededor del Calendario Litúrgico, para aprender de ellos y para dar gracias por su ejemplo. Esta celebración no tiene que ser aburrida, al contrario, la vida de nuestros santos es un motivo de alegría y gozo, y así debemos transmitírselo a nuestros hijos.

Cuando era soltera, tuve la bendición de vivir con una familia que acostumbraba leer el santo del día, y desde entonces, empecé a conocer a muchos santos que me han inspirado y me han animado a seguir en mi vida de fe. Ahora, la vida de los santos son parte de nuestra familia. Cada vez que celebramos la vida de un santo, me llena de nuevas esperanzas y me hace desear ser santa también, y esto es, precisamente, lo que quiero para mis hijos.

Esta aventura de celebrar las vidas de los santos, nos ha ayudado a descubrir que puede ser creativa y ¡hasta divertida! Por ejemplo, a mis hijos les gusta mucho celebrar a los santos a través de comidas especiales o postres y decorando nuestra mesa con algo relevante a ese día. Y a mí me anima mucho, y le doy gracias a Dios, cuando mis hijos pequeños me preguntan: “¿A quién celebramos hoy mamá?”, o cuando le pregunto a mi hijo mayor sobre la vida del santo del día, y él sabe contestar.

Celebrar la vida de los santos, también nos hace sentir que no estamos solos en este caminar, y que no es descabellado pensar en santidad cuando el mundo nos grita lo contario. Es como un pequeño oasis en medio de una tormenta, que nos anima a seguir caminando en fe con la esperanza de llegar a la meta, y un medio más, en donde le damos la oportunidad a Dios de hablarnos al corazón.

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Algunas de las fotos que compartí fueron:

¡Todo por amor a Cristo y a su Iglesia!