El años pasado tuvimos que viajar para el día de Pentecostés y decidimos invitar a unos compadres, que vivían en la ciudad a la que ibamos, a celebrar juntos esta gran solemnidad. Yo llevé el pastel y las decoraciones. ¡Fue una bendición!
Como sabemos, Pentecostés es el último día de Pascua y, este día, por la acción del Espíritu Santo, ¡la Iglesia se manifiestó al mundo!! A mis hijos, desde que estaban pequeños, les he dicho que es como si fuera el cumpleaños de nuestra Iglesia y por eso debemos estar alegres y festejar. Por eso tratamos siempre de hacer una fiesta este día y recordar los dones del Espiritu Santo.
¡Celebra en familia el día de Pentecostés!!
¡Todo por amor a Cristo y a su Iglesia!
Xhonané
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