Como te comenté en mi entrada pasada sobre los Sacrificios en Familia, este año decidí usar semillas de frijol para que mis hijos ofrezcan sus sacrificios a Dios. Esta idea me pareció perfecta para Cuaresma porque si la semilla no muere, no puede dar vida, y eso es lo que queremos hacer durante la Cuaresma, queremos morir a nosotros mismos para poder resucitar con Cristo en Pascua, ¿no es cierto?
Después, para la Pascua, haremos germinar esos frijolitos que le ofrecimos a Dios...estoy segura de que le ayudará a mis hijos más pequeños a ver la relación entre Cuaresma y Pascua.
Bueno, para esta actividad, sólo utilicé dos recipientes de vidrio (uno para poner los frijoles inicialmente y el otro para poner los que vayamos ofreciendole a Dios), un listón morado para decoración, unos papelitos morados para poner el letrero y un poco de lazo para amarrarlo.
En el letrero puedes poner lo que tú quieras, puede ser una cita bíblica, puede ser "Mis sacrificios de Cuaresma", "Cuaresma, tiempo de oración y penitencia", etc. Yo escogí:
"Señor, te ofrezco mis oraciones y mis sacrificios con alegría"
Es muy importante que nuestros hijos entiendan que los sacrificios que más le agradan a Dios son aquellos que afrecemos con gusto, con un corazón alegre. Aunque sea algo difícil, el pensar que es una afrenda, un regalo a Dios, debe hacernos feliz, pues si Jesús mismo sufrió por mí, ¿qué no podré hacer yo por Él?
Ya que tengas todo listo, escoge un lugar especial y a la vista, en donde toda la familia lo pueda ver constantemente para acordarse de ofrecer sus oraciones y sus sacrificios a Dios. ¡Anímalos a que llenen el frasco! ¡Que Dios bendiga a tu familia!
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