domingo, 13 de febrero de 2011

AMOR Y AMISTAD CON DIOS Y A LOS DEMAS POR ÉL


Fuente dibujo Mico Henríquez
Por Cynthia Garza de Hernández

"Ámalo con todas tus fuerzas, piensa siempre en Él, deja que Él haga contigo y para ti todo lo que Él deseé, no ansíes nada más." Santa Margarita Alacoque

"Las personas más desdichadas que he conocido no son las más enfermas, ni las más pobres, ni las más ignorantes, sino las que no sienten amor a Dios, y las que no tienen alegría." Beata Madre Teresa de Calcuta

"Quien ama a su padre o a su madre mas que a mí, no es digno de mí"

Dios es el único que debe ser amado de una forma absoluta y todo lo demás debemos amarlo según lo hace Él.

Amando a Dios como lo primero, ayudamos a que el egoísmo; defecto siempre presente en nosotros..... y en todas las personas, vaya desapareciendo.

"Dios enriquece al alma que se despoja de todo." San Pío de Pietrelcina

Si desaparecemos, necesariamente amaremos a nuestro prójimo y a nuestra familia. Y esto supondrá que nos olvidemos de nosotros mismos, como dice el Evangelio hasta perder nuestra propia vida.

Perder la vida del hombre viejo, morir al pecado. Y ese pecado es simplemente esa forma de buscarnos de manera sistemática a nosotros mismos, antes que a Dios o a los demás. Siempre estar escogiendo lo que me place, lo que a mí me apetece.

Dios quiere que luchemos por conservar y aumentar lo bueno que hay en la naturaleza humana. Y en cuanto el hombre mas muere a su egoísmo, se hace mas humano, mas persona. Lo bueno de la naturaleza humana es ese ser imagen de Dios, tener un reflejo de sus dones y virtudes.

Las virtudes y valores desarrolladas en las personas son esas joyas, piedras preciosas, que adornan la convivencia. Pero ese adorno no brilla al exterior, sino en el silencio y oscuridad de segundo a segundo, en el roce diario, en la sonrisa serena ante la incertidumbre y la certeza de la cruz.

Cuando el hombre lucha por olvidarse de sí, encuentra una nueva vida la de Jesucristo. "Ya no soy yo el que vive sino Cristo que vive en mi" San Pablo

Con la ayuda de la gracia viene una transformación en nosotros, y nos impulsa a tener los mismos sentimientos que hay en el corazón de Jesús, en cuanto a los hombres y las cosas. ATRAERLOS HACIA ÉL, que es la verdadera felicidad, la paz, la armonía.

Esa transformación nos va llevando a imitar sus obras, de forma que va haciéndose en nosotros poco a poco un nuevo modo de actuar, mas sencillo y natural. Tratar siempre de cumplir la voluntad de Dios, que esa es una expresión clara de amor de Dios.

San Pablo "Tengo deseos de disolverme para estar con Cristo".

El amor de Dios puede apagarse o desaparecer, si no se cuida. Nuestro amor de Dios se alimenta en la oración, en los sacramentos, en la lucha contra los defectos, en la lucha por mantener viva su presencia ante nosotros cuando trabajamos o cuando descansamos o nos relacionamos con los demas. También si sabemos llevar por amor de Dios las dificultades o sufrimientos, se incrementará nuestro amor a Él.

"En la tierra hasta la alegría suele parar en tristeza; pero para quien vive según Cristo, incluso las penas se truecan en gozo." San Juan Crisóstomo.

No podemos amar a quien no se conoce, y la lectura de la Sagradas Escrituras nos llevará a conocerlo y a amar su forma de actuar.

"Ojalá fuera tal tu compostura y tu conversación que todos pudieran decir al verte o al oírte hablar: éste lee la vida de Jesucristo". San Josemaría Escrivá, Camino 2

Nuestra regla de actuar siempre deberá ser por amor, y eso nos llevará al apostolado.

"Ama y haz lo que quieras". San Pablo

No hay medida para el amor de Dios. Primer mandamiento "Amarás a Dios con todo tu corazón con todas tus fuerzas y con toda tu mente". Y Él espera ser amado así, es mas, necesita ser amado así y nosotros hemos de hacerlo, si nó, nos volvemos tiranos.

"El alma no puede vivir sin amar, y cuando no ama a Dios se ama desordenadamente a sí misma." Santa Catalina de Siena.

Dios me pide que ame a mi prójimo no solo con los sentimientos sino, con los hechos. El amor al prójimo es tan natural como el respirar, afirmaba la Madre Teresa de Calcuta.

¿Habéis dado de comer al mas pequeño? ¿Me habéis visitado cuando estaba enfermo? ¿Me habéis ayudado a llevar las cargas cuando eran demasiado pesadas? ¿Me habéis acompañado y consolado cuando estaba solo?

Si de verdad amamos al prójimo, no le sacamos la vuelta. El amor a Dios nos hará acercarnos y preocuparnos de sus verdaderas necesidades, materiales y espirituales.

Y ¿qué es lo mas importante para una persona? ¡¡¡Salvarse!!! así que ese amor me llevará a acercarla a la verdad, al camino de su salvación, LA LEJANÍA DE DIOS es siempre el peor de los males y requiere de nosotros una atención urgente.

Al paso de Dios, nos urgen las almas. El apostolado es una magnífica muestra de que amamos a Dios y un camino para amarle mas y para asegurar nuestra perseverancia.

Amarlos es también comprenderlos y quererlos a pesar y en medio de sus errores, incluso pasando por encima de aquello que humanamente nos separaría de ellos. Buscar mejor lo que nos une y de ahí partir hacia un diálogo.

Acercarnos a cada persona que está cada día en nuestro camino, esmerarnos en el trato, ayudarlo a que sea mejor con nuestro ejemplo, con nuestro consejo, con nuestro cariño.

Amor con amor se paga. Él mismo es el que nos puede dar el amor con el que quiere ser amado, por eso le decimos. "Dame Señor el amor con el que quieres que te ame".

Amor también es un sinónimo de ser agradecidos, amar la Eucaristía, primero que nada, es un don pleno de gracia. Correspondemos a ese amor incondicional de Dios cuando luchamos contra lo que nos aparta de Él. Y muchas veces lo que nos aparta son cosas pequeñas, pues lo nuestro es lo ordinario, lo escondido, lo que nadie nota. Luchemos por convertir nuestra vida en una búsqueda continua de Jesús, en las horas buenas y en las que no son tan buenas.

Sabemos que no podemos solos, y nos alegra no estar solos. Saber recurrir y pedirle a la Virgen que nos ayude - ¡No me dejes sola Madre mía! -

Recordar que el enemigo siempre está buscando la forma de distraernos, de desanimarnos, de bajarnos las metas: TAMPOCO ES PARA TANTO nos dirá de mil formas.

"Vuelve las espaldas al infame cuando susurra en tus oídos: ¿para qué complicarte la vida?" San Josemaría Escrivá; Camino 6

Pero siempre una vida santa, ejemplar arrastrará a otras muchas. Busquemos esforzarnos lo más que podamos, y acordarnos siempre de que la guerra la ganan soldados cansados.

Nuestro Santo Padre, Benedicto XVI nos recordó hace poco con unas palabras alentadoras que: "la santidad es la vocación a la que todos estamos llamados" y explicó que los santos no son un adorno exterior sino una muestra "tangible de la vitalidad de la Iglesia".

2 comentarios:

  1. Que post mas bonito. Lleno de ensenanzas.

    El Amor a Dios lo mueve todo, su Amor por nosotros lo es todo.

    Un abrazo!

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  2. Gracias Oceanida!! Esta reflexión la hizo una amiga mía, le voy a decir. Te agradezco mucho tu comentario!!!

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