El padre Pío fue, ante todo, un "hombre de Dios". Desde niño se sintió llamado por él y respondió "con todo su corazón, con toda su alma y con toda su fuerza" (cf. Dt 6, 5). Así el amor divino pudo tomar posesión de su humilde persona y hacer de ella un instrumento elegido de sus designios de salvación. ¡Alabado sea Dios, que en todo tiempo escoge almas sencillas y generosas para realizar maravillas!. Benedicto XVI el 14 de octubre 2006
San Pío de Pietrelcina, o mejor conocido como Padre Pío, es uno de los santos recientes que nos dan el gran ejemplo de la humildad. Fue canonizado por Juan Pablo II el 16 de junio de 2002 y es uno de los santos más amados de Italia. Padre Pío fue un fraile capuchino, que recibió milagrosamente los estigmas de la Pasión en 1918 y que conservó por casi 50 años.
El año pasado hicimos estas galletas con un corazón en medio para simbolizar estos estigmas. Es difícil imaginarse cómo pudo vivir con ellos... pero tenemos la esperanza de que Dios nunca nos manda una cruz que no podamos cargar.
¡San Padre Pío, ruega por nosotros!
¡Todo por amor a Cristo y a su Iglesia!
Xhonané
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