Historia de Familia Católica

Desde hace varios meses he querido agregar algunas secciones al blog de Familia Católica, como su Historia, Blogs amigos, Condiciones de Uso, etc, y pensé, ¡qué mejor oportunidad para hacer esto que el año nuevo! Poco a poco, con el favor de Dios, espero terminarlos.

Pues bien, quiero empezar platicándote cómo fue que me decidí a empezar este blog y cómo ha sobrevivido varios intentos de dejarlo.

La idea de educar a mis hijos en la fe, y por lo tanto este blog, está muy relacionada con el homeschooling. Cuando mi hijo mayor tenía como 3 años (en el 2000), viviendo en Estados Unidos, conocí a otras familias que hacían homeschooling y, a través de ellas, aprendí lo valioso que es, así como sus beneficios. Sinceramente me pareció fascinante el ser yo la maestra de catecismo de mis hijos.

Pues bien, aquí empieza la aventura. Luego, luego empecé a buscar ideas y material que me ayudara a enseñarles a mis hijos nuestra fe. Una de las ideas que más me gustó fue celebrar junto con nuestra Iglesia lo más que se puediera de las fiestas y solemnidades alrededor del Calendario Litúrgico. ¡Me pareció emocionante que cuanto celebramos algo,  también alrededor del mundo, Nuestro Santo Padre, sacerdotes, religiosas(os) y otras familias están celebrando lo mismo!! ¡Esto me hizo sentir realmente parte de una Iglesia Universal!

Eventualmente regresamos a México con la esperanza de seguir haciendo lo mismo. Mi esposo y yo fuimos muy afortunados de estar en la misma parroquia del sacerdote que nos casó. Yo le platiqué de mi inquietud y él no tuvo problema de que yo les enseñara a mis hijos en casa. Casi al mismo tiempo, una de mis comadres me invitó a reunirme cada semana con otras mamás para darles catecismo a nuestros hijos. Me edificó mucho ver las ganas y el deseo que ellas tenían de hacer esto, sin embargo, me dí cuenta de que no había mucho material en español para tomar ideas. Entonces lo que hicimos fue usar los libros que yo habia comprado en Estados Unidos. Ahí empezó la semillita de hacer algo.

Después de casi 3 años (en el 2005), volvimos a Estados Unidos. Fue una bendición, pues decidimos no sólo educar a nuestros hijos en la fe, sino hacer toda la educación en casa.

En el 2006, le platiqué a mi amiga Paula Macías (¿reconoces este nombre?) que mis amigas en México, me pedían que les siguiera mandando ideas y material para sus clases. Y Paula me sugirió que por qué no hacímos algo juntas. Ella me dijo que en lugar de traducir cosas y mandarlas por email, podríamos hacer un website para compartirlo con más gente y que su hermana nos podía ayudar con eso. Total, para no hacer la historia muy larga, así fue cómo las tres empezamos un sitio llamado "escuelacatolicaencasa.triorg.com", el cual mantuvimos activo por dos años.

El material de este sitio lo compartíamos principalmente con amistades y familiares. Cada mes, mandábamos por correo electrónico las actividades que ibamos a hacer, a una lista de personas interesadas (con un enlace al sitio). Como no hacíamos promoción y no escribíamos seguido, en dos años, sólo tuvimos alrededor de 2,000 visitas. En el 2008, la hermana de Paula ya no nos pudo seguir ayudando (ella era la que mantenía el sitio, nosotros sólo hacíamos las actividades), así que tuvimos que pensar si seguíamos por nuestra cuenta o lo dejábamos. Este sitio ya no existe, pero Dios lo utilizó como instrumento para seguir adelante.

Entonces mi esposo me sugirió que compraramos un dominio y que construyera un sitio en Google (por ser barato). Con su ánimo, Paula y yo empezamos http://www.familiacatolica.org/ . En este momento, decidí cambiar el nombre por recomendaciones que había visto, para que las personas lo pudieran recordar fácilmente. 

Desafortunadamente, mi experiencia con Google Sites fue muy frustante. Me encontré con una herramienta muy limitada (¡qué podía pedir por 10 dólares!, ¿verdad?) y con problemas qu no podía resolver porque no sabía con quién dirigirme. Para mi esta etapa fue muy dificil pues no tenía mucho tiempo para aprender a usar la herramienta, construir el sitio y preparar las actividades.

Después de un año de frustaciones, en el verano del 2009, mi querido y paciente esposo, me sugiere que pruebe empezar un blog (en lugar del sitio), para comparar y decidir cuál valía más la pena. Sinceramente, me parecía abrumador empezar algo más, en medio de lo que no podía mantener, pero con la gracia de Dios, un sábado, nos sentamos los dos a trabajar y, con su ayuda, ¡empecé este blog!

La alegría no me duró mucho, un día Paula me habló para decirme que ya no podía seguir colaborando conmigo pues sus prioridades habían cambiado... En este momento, me dije, ¿cómo voy a hacer esto yo sóla?... me venían pensamientos de que tal vez no era plan de Dios que siguiera y empecé a orar y a orar....Volví a hablar con Paula, le compartí mis dudas y mis luchas interiores y algo increíble pasó... sentí que Dios me habló a través de ella. Ella me animó mucho y me dijo que estaba convencida de que yo lo podía hacer. Sus palabras me dieron fuerza otra vez.

Claro que cuando uno empieza un blog, se abre un mundo nuevo. Si tienes blog, ¡estarás de acuerdo conmigo! Al principio no escribía mucho porque la mayor parte del tiempo me la pasaba "aprendiendo" cosas y manteniendo los dos sitios. Una amiga que escribe en una revista me aconsejó que escribiera más frecuente para aumentar las visitas, pero yo no veía cómo hacerlo.

Tampoco tenía contador de visitas, así que no tenía idea de cuántas personas llegaban a este blog. Después de varios meses, mi esposo me preguntó: ¿y sabes si alquien lee lo que escribes?... ¿Valdrá la pena el tiempo que le estás invirtiendo?...

Después de esto, finalmente puse un contador y me dí cuenta de que después de 3 meses apenas recibía unas cuantas visitas al día. Cuando vi estos números, me desanimé, porque me dí cuenta de que me faltaba mucho por aprender sobre cómo promover lo que estaba haciendo. No era suficiente escribir y crear material... Y justo cuando estaba decidida a no seguir, me habló una de mis comadres de México para decirme cuánto me agradecía lo que publicaba en el blog porque ella lo usaba en sus clases de catecismo y en su familia (¡para esto, ella no tenía idea de todo lo que me estaba pasando!)... Yo no podía creer lo que estaba escuchando, ¡otra vez sentí que Dios me hablaba!

¡Hasta parece historia de telenovela, haz de decir!... ja, ja, ja. No te preocupes, ya casi termino.

Los problemas siguieron porque Google Sites decidió hacer una actualización y en el cambio, ya no pude accesar mis páginas, además de que me cambiaron el formato que yo tenía. Ya te imaginarás la impotencia que sentí. Hasta ahora así sigue, no he tenido tiempo de ver qué hacer con él. Por un lado, no quiero perder el dominio, porque en muchos documentos tengo esta dirección, así que este año pagamos la cuota otra vez, pero prácticamente está inactivo.

Por otro lado, con la ayuda de Dios, el blog de Familia Católica empezó a recibir más y más visitas. Estas han sido muy motivantes para que yo siguiera, pues fueron como una confirmación de que es lo que Dios quiere que haga por el momento.

Sin embargo, mi esposo y yo nos hemos preguntado qué más querrá Dios, pues el mantener este blog y el sitio nos cuesta más de lo que imaginabamos (el fin de semana pasado hicimos un presupuesto para este año y me sorpendí de ver que hemos invertido hasta ahora más de 2,000 dólares, sin contar mi tiempo). Así que estamos orando y explorando formas de ver cómo mantenerlo sin que nos impacte tanto en nuestras finanzas.  Te pido tus oraciones.

Y este es el final de la historia. Gracias a Dios que durante este tiempo me he encontrado con blogueros que me han ayudado, me han inspirado y me han animado a seguir. ¡Gloria a Dios!

Aprovecho para agradecerte tu visita y tus comentarios. Todavía me falta mucho por aprender y mi tiempo está muy limitado, pero confío que si este trabajo es voluntad de Dios, Él me dará la gracia para servirle a través de él. Le pido a Nuestro Señor que utilice a Familia Católica como instrumentos suyo ¡para su mayor gloria!  Amen.

¡Todo por amor a Cristo y a su Iglesia!

¡Esta es mi familia!

2010 En la Solemnidad de Cristo Rey